Mientras que el Ejército israelí aguarda la "decisión política" final para lanzar una ofensiva terrestre en el norte de la Franja de Gaza a fin de castigar a Hamas por sus sangrientos ataques, la población civil sigue huyendo hacia el sur del enclave, sitiado y devastado por fuertes bombardeados lanzados en la última semana. El director del Centro Ana Frank Argentina para América Latina reflexionó sobre estos acontecimientos que la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) calificó como una "catástrofe humanitaria inédita" en curso en la Franja de Gaza. “El mundo democrático y medianamente sensible a la experiencia humana no puede más que estar horrorizado frente a este momento”, expresó.

Héctor Shalom admitió que, frente a la brutalidad de lo que ocurre, “estamos casi impedidos de hacer análisis, atravesados por el dolor”.

En ese sentido, reconoció que “no hay antecedente en la historia de la humanidad de semejante salvajismo filmado y expuesto al mundo en vivo, violaciones, asesinatos de bebés, quema de cuerpos vivos”.

El también Licenciado en Psicología y Psicoanalista insistió en que “esta inhumanidad no tiene antecedentes ni siquiera en el nazismo”.

“Siempre la paz se firma con enemigos y esto requiere una enorme capacidad de reflexión y construcción de confianza que se teje con enorme trabajo”, consideró de cara a lograr una salida diplomática en este conflicto.

“En Gaza, el pueblo palestino está siendo víctima del Hamas" y consideró necesario "diferenciar el derecho de los palestinos a tener un Estado libre e independiente de lo que es el accionar del Hamas que tiene secuestrado al pueblo palestino y expone al mundo a situaciones muy difíciles de resolver”, expresó.

Para Shalom, “estamos ante una situación donde una población entera ha sido raptada y capturada por un grupo militarizado terrorista y son las verdaderas víctimas de la situación, que deja expuesta injusticia sobre injusticia”.

“Corremos el riesgo de que palestinos no alineados con el Hamas paguen por el Hamas”, advirtió y concluyó que “frente a un proceso de fortalecimiento de grupos de ultraderecha y grupos fundamentalistas, no hay otra vía que la paz”.

El ataque de Hamas, el peor de la historia de Israel, ocurrido el sábado 7 de octubre dejó más de 1.400 muertos, en su mayoría civiles, y al menos 155 personas fueron tomadas como rehenes.

A la vez, los bombardeos de Israel mataron a más de 2.670 personas, entre ellas más de 700 niños, en la densamente poblada y paupérrima Franja de Gaza, mientras que más de 9.200 personas resultaron heridas, según las autoridades locales.

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