En Argentina se consume el doble del sodio recomendado: el máximo es de 5 gramos, pero los argentinos comemos entre 11 y 12 gramos de sal.

Por eso, en un proceso de 18 meses, habrá una reducción de sodio en los alimentos procesados. Esta decisión forma parte de la segunda etapa de lo dispuesto por la ley 26.905, que hace 5 años ordenó una baja del 15% en algunos alimentos procesados. En esta oportunidad, las reducciones van del 5 al 14% y se agregan más productos.

"Es importante que no se agregue sal a la comida. Muchas veces en innecesaria y le agregamos sin ni siquiera haberla probado", indicó la epidemióloga y directora de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades Crónicas No Transmisibles, Verónica Schoj, en diálogo con El estado en tu radio. "El consumo excesivo de sodio tiene consecuencia directa en el aumento de la presión y es la primer causa de muerte cardiovascular", advirtió.

Verónica Schoj