Federico Sotelo, de la Cooperativa de Trabajo y Consumo, Unidos, analizó en Radio Nacional Resistencia, el anuncio del Gobierno Nacional de vender cortes de carne con una rebaja del 30%. “Es un plan mal diseñado, porque está pensado para la Economía Popular, pero no está trabajado desde la misma. Hay que preguntarse por qué están incluidos diez cortes y es porque son los que no pueden ubicarse en el exterior", dijo.

"Es más fácil exportar carne sin hueso que con hueso. En el listado figuran costilla, vacíos, matambres que son muy populares en Argentina, pero no en el exterior. Eso favorece a los exportadores. Y este plan está dibujado como algo popular, pero no lo es, porque es un negocio para los más grandes”, afirmó. Sotelo agregó que “si el Gobierno quiere reactivar el consumo interno debe hacer convenios no solo con las grandes empresas y los grandes supermercados, todos multinacionales, porque deja de lado al pequeño carnicero, al matadero del interior, a los frigoríficos que no tienen las espaldas de los grandes”, analizó.

El trabajador señaló asimismo como un aspecto muy negativo la falta de información sobre el sistema de los controles bromatológicos que hoy son realizados y exigidos por la Municipalidad de Resistencia. “Todos los años tenemos que renovar las habilitaciones;, esto surgió en el 2016 en la gestión anterior, pero actualmente los inspectores del intendente Gustavo Martínez nos exigen el cumplimiento de una resolución que nunca nos fue notificada, ni es conocida por nadie. Hoy clausuran locales, decomisan mercadería en buen estado, la tiran a la basura, impiden que se haga molida o chorizos, es injusto porque nadie quiere incumplir, pero tienen que dar plazos y asistencia al comerciante. No existe una lógica en este encuadre y hace falta diálogo”, indicó.