Este sábado 30 de octubre, el mejor jugador del mundo, Diego Armando Maradona hubiera cumplido 61 años. Por esto, y a casi un año de su muerte, en todo el país se programan celebraciones para honrar la memoria del futbolista, una figura tan venerada como controvertida a nivel mundial.

El astro del fútbol argentino nació en Villa Fiorito, un suburbio pobre de la provincia de Buenos Aires, el 30 de octubre de 1960, en una pequeña casa de aquel barrio, donde creció y desarrolló su amor por la pelota. Esta semana, el gobierno de la Nación declaró "lugar histórico nacional" esta casa de su infancia, debido a la “enorme influencia” que tuvo el futbolista campeón del mundo en 1986 en la cultura popular argentina.

En los potreros de ese lugar, Maradona comenzó a descollar en el fútbol, atravesado por una infancia paupérrima que marcaría su vida, sus declaraciones y apoyos políticos.

Diego Maradona logró su sueño de salir campeón en el Mundial de México en 1986. El país enloqueció ante la bravura y el liderazgo del jugador que volvió épica su participación en el campeonato. Infiltrado en los tobillos, castigados por sus rivales, logró las mayores victorias del equipo argentino. El país miraba conmovido este mundial histórico, apenas a tres años del regreso de la democracia a Argentina, después de la peor dictadura cívico-militar que atravesó a la población.

Maradona falleció el 25 de noviembre de 2020, a los 60 años, dos semanas después de salir de la clínica Olivos, donde había sido operado con éxito de un hematoma subdural en la cabeza. Su muerte conmocionó al mundo. En Argentina, se declararon tres dias de duelo y una multitud, aún en menos de la pandemia, se volcó a las calles de la ciudad de Buenos Aires para darle el último adiós en su sepelio que se realizó en la Casa de Gobierno.

Diego vivirá eternamente en todo corazón futbolero, más allá de sus polémicas y sesgos de su vida personal. Su magia como futbolista, sus frases ya clásicas de lucha y rebeldías son parte ya del imaginario colectivo argentino (sino global) y aún quienes no lo vieron jugar, saben que un día, un barrilete cósmico logró con su fútbol y fuerza, llevar a la gloria al Napoli de Italia, enfrentar al establishment de la FIFA y hacer vibrar a una Argentina herida.

Producción- web: Silvana Avellaneda / Julian Cortez