En el programa Llega el día, Mario Giorgi hizo su habitual editorial esta vez haciendo una reflexión sobre la despedida a Diego Armando Maradona.
“¿Acaso alguno tenía la certera medida del amor que el tipo despertó por acción directa y transferencia generacional como para que todo fuera ordenado como en los cementerios? Seguramente la ceremonia de Estado podría haber tenido el control y la decisión de las autoridades, y no la disposición de los familiares en medio de tanto dolor. Pero eso también entra en el escenario extraordinario del impacto que el homenajeado le impuso al país y al mundo. Si el tipo también fue así, vivió así. Entre una luz creativa, de puro arte, dentro de una atmósfera caótica. La libertad plena en una cancha. El verbo pícaro y genuino, enfrentando siempre el encierro de su propio ser. La batalla permanente dentro de sí mismo entre el genio creador y su carcelero implacable”, introdujo.