Las palabras de Tejada, las palabras de Castilla, las palabras de Jaime Dávalos.
Las palabras de estos héroes de nuestra poesía se transforman en vientos que avivan los fuegos culturales de las pequeñas patrias de la Argentina.
Las preguntas que la planicie la hace al confín se vuelven milongas, territorios sonoros de los Segundos Sombra y de las penas de Vega, el Santos payador.
Milonga, teatro de llanura, conversación existencial entre alma del peón y la anatomía del pampero.
Vagón que en la estación abandonada se vuelve un dios de los parajes a quien ya nadie le reza
Las piedras solitarias se vuelven adioses de la zamba
Los cantores de los chacos se tornan sus paisajes
La cruz en el remoto camino se vuelve copla que se canta por primera y última vez
La luna del Paraná, que los mariscadores confunden con su pan de agua, se transforma en los versos del poeta de Taragüi
El dolor de Manuel Dorrego en Navarro se vuelve cielo, cielito, cielo en las guitarras del pueblo
El silencio de la noche del bandoneón se vuelve amanecer en la voz del poeta
Las respuestas que los cerros le entregan a los vallistas adoptan forma de bagualas, ese alarido de vasija y cóndor, esa contraseña de raza. Respuestas con edad de arcilla y desnudez de greda.
Las ruinas indígenas hacen silencios del color del yaraví y las canoas abandonadas balbucean chamamés de nadie y de todos
STAFF
LOCUCIÓN: RUSA TOVARICH
EDICIÓN ARTÍSTICA: TANO SALVATORI
PRODUCCIÓN: FABIANA ÁLVAREZ Y ALEJANDRO CAROSELLA
AUTOR: PEDRO PATZER
DIRECCIÓN ARTÍSTICA: MARCELO SIMÓN