Daniel Santucho Navajas, el nieto 133 cuya identidad fue restituida en julio pasado gracias al trabajo de las Abuelas de Plaza de Mayo, dialogó con Nacional Rosario, y contó cómo fue la primera comunicación con uno de sus hermanos: “Lo único que me salió fue darle las gracias por seguir buscando, por no haber bajado los brazos y por continuar con el legado de nuestra abuela que fue la que junto con tantas otras abuelas empezaron con esta búsqueda”.
“Si no existiera Abuelas de Plaza de Mayo, personas como yo no tendríamos dónde acudir, dónde ir a pedir ayuda. Mi abuela luchó y buscó un nieto o una nieta sin tener la certeza de que yo había nacido”, dijo emocionado.
Ante la pregunta respecto a su apropiador expresó: “No le guardo rencor, me siento en paz desde el momento en que supe la verdad y me siento en paz desde que sé que él también supo la verdad. (...) Hubiese preferido que fuera juzgado y tenga una condena pero sé que no se fue impune porque la verdad se supo”.
Daniel, es el hermano del Tano Santucho y el nieto de Nélida Navajas que fue muy importante en la insistencia para el descubrimiento del índice de abuelidad.
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