El programa Colectivo Nacional dialogó con Romina Fernández, integrante del colectivo “Parimos vaginalmente después de cesárea”. Quien dio detalles de la situación que vivieron dos madres que fueron separadas de sus hijos al nacer.
"El día martes a las 6.30 nació Teo en perfecto estado de salud, a las 14 hs es trasladado solo del Hospital Lagomaggiore al Hospital Carrillo por presentar febrícula de 37.2 y sin ninguna otra explicación. Su madre firma el alta voluntaria y se traslada en micro hasta dicho hospital donde le niegan el ingreso y ver a su hijo".
Por otro lado, a otra de las madres en la Maternidad del Lagomagiore la trasladaron con su bebé al Hospital Carrillo por presentar bajo peso, el niño fue internado en neonatología y una vez ahí no la dejaron ver a su hijo por horas.
Ambas mujeres estuvieron más de 36 horas sin ver a sus hijos. Fernández explicó que esta separación en las primeras horas de vida de un bebé trae consecuencias negativas al largo plazo, tanto para la madre como para el niño.
La entrevistada detalló que desde los colectivos que trabajan por partos respetados exigen: “una explicación para esas mamás, se están vulnerando derechos, creemos que se tienen que reveer los protocolos vigentes y se tiene que priorizar a la gestante y su hijo. Queremos que se sea consecuente con el costo/beneficio de exponer a mamá y bebé a una separación sin justificación. Evaluando los daños psicológicos y emocionales que esto trae para ambos, lo único que necesitan al nacer es no ser separados”.
Fernández explicó que tanto el Ministerio de Salud de la Nación como la Organización Mundial de la Salud propician que el vínculo en las primeras horas de vida sea fundamental: "Lo que buscamos es que se vuelva a vincular a estas mamás con sus bebes, si los niños tenían que estar en Neo está bien, pero de ninguna manera deben estar sin el vínculo con la madre". La situación detallada según la especialista se da en distintas maternidades del país y afirmó que estas situaciones se han visto agravadas con la Pandemia.
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Etiquetas: Hospital Carrillo, Hospital Lagomaggiore, Violencia Obstétrica