En comunicación con Patricia Leguiza de Radio Nacional Resistencia, el jefe de del servicio de Tocoginecología del Hospital Perrando, Eduardo Achitte, precisó que desde el comienzo de la pandemia: “toda persona que ingresa al hospital para ser internada es considerada como sospechosa de estar contagiada por coronavirus y es por eso que, obligatoriamente, se le efectúa el test correspondiente, y por supuesto que también lo hacemos en el área de maternidad”, indicó.

El médico señala que la pandemia modificó sustancialmente los protocolos de atención a las embarazadas: “hoy se minimiza la cantidad de controles, sin que eso perjudique el seguimiento de cada embarazo, como también el número de personas que acompañan a las mujeres, porque como se sabe el embarazo es un proceso que incluye a todo el grupo familiar, pero muchas veces puede significar un riesgo potencial”, afirmó.
Las premisas que se tienen en cuenta para garantizar la seguridad de las personas son las de efectuar controles programados, evitar la aglomeración en salas de espera y concurrir a las consultas sin compañía o la mínima necesaria.
El especialista indicó que como una forma de prevención, las embarazadas deben aplicarse todas las vacunas que se prescriben y, ante el temor de contagio a los bebés, señaló que no se produce en forma vertical y que al dar de mamar (que no está contraindicado), se debe cumplir con absolutamente todas las medidas de prevención recomendadas para ese momento.
Achitte afirmó que la Maternidad del hospital Perrando “es un hospital dentro de otro hospital” , que recibe derivaciones de toda la provincia y recomendó a quienes deseen ser atendidas en forma presencial que, antes de llamar al hospital, concurran al centro de salud de su barrio desde donde se gestionará la posibilidad de concurrir al nosocomio central.