Teresa García, ministra de Gobierno bonaerense manifestó a Luis Bremer, en Dejame que te cuente que el cuadro de situación en la Provincia de Buenos Aires es preocupante, con 23.600 contagios  a nivel nacional y 12.000 en la Provincia. Las nuevas cepas tienen una mayor capacidad de contagio que en 2020 y ocasiona mayor demanda de camas de terapia intensiva. Hay tres nuevas variedades de cepas que se supone ya tienen circulación comunitaria. Como contrapartida se sigue fortaleciendo el sistema sanitario provincial, con el 95  % del personal sanitario vacunado y el Gobernador Kicillov ordenó aumentar la distribución de turnos en la medida en que se vayan recibiendo más dosis.La ministra  fustigó la campaña antivacunas iniciada el año pasado por la oposición y ciertos sectores de los medios, señalando el extenso daño causado, manifestando que no se sabe cuántas vidas podrían haberse salvado de no mediar la campaña de desinformación respecto, por ejemplo, a la seguridad y eficacia de las vacunas, preguntándose si alguien en algún momento se va a hacer cargo de los daños causados. Respecto a las diferencias en la aplicación de las normas restrictivas entre Capital y Provincia, poner menos límites en capital significa que el virus circule hacia el conurbano, como se vio en 2020, de haber incrementos en los contagios y la ocupación de camas aumenta de manera importante, la Provincia tomaría medidas restrictivas más severas. En este momento se está estudiando el impacto que podría haber tenido la movilidad durante Semana Santa. Respecto a la situación política, señaló que la campaña electoral de la oposición comenzó entre junio y agosto de 2000  cuando  convocaban a marchas contra la cuarentena, lo que generó temor e incertidumbre en parte de la población acerca de la efectividad y seguridad de las vacunas, manifestando que la campaña de Cambiemos, iniciada el año pasado avanzó aceleradamente en 2021. El gobernador de la provincia fue tajante” No estamos en campaña electoral, estamos en campaña de vacunación”. Luego se refirió al alza incomprensible de los precios de la canasta básica, centrando sus críticas en los sectores económicos que concentran la producción de alimentos, descreyendo que sean capaces de una actitud solidaria en medio de la pandemia.