En Tardecitas Salteñas, el poeta salteño Leopoldo "Teuco" Castilla recordó su niñez y adolescencia en una familia donde no faltaron la sensibilidad, la alegría y la libertad, que le permitieron descubrir tempranamente las desigualdades y también la "generosidad, la bondad y la gracia" de la gente humilde. Hijo del reconocido poeta Manuel J. Castilla y Catalina Raspa Quintana, vivió sus primeros años entre los barrios Centro y Villa Cristina, de la capital salteña.

"Villa Cristina era un mundo maravilloso, salíamos con los changos en excursiones, me escapaba para la zona de la Plaza Gurruchaga, era un mundo de trabajadores, de bares, con toda la vida que corría alrededor de los canales de Salta, donde la gente más humilde desplegaba un resplandor que no muchas veces se lo ve". afirmó.

"La poesía hace la vida, crea vida, es un bastión de valores impresionante y desde el fondo de los siglos viene defendiendo la armonía del hombre con el universo, con la naturaleza y del hombre con los otros hombres. Es un polo de valores impresionante lo que viene defendiendo la poesía, la política tiene mucho que aprender de la poesía", dijo en diálogo con Oscar Humacata.

"La poesía rompe las palabras, puede hacer las arbitrariedades que quieras, lo que no podés bajo ningún punto de vista es romper el ritmo", aseguró.

Por otra parte mencionó que es impulsor del proyecto Bosques de Poesía, un movimiento poético-ambiental que ya germina en distintas regiones tras los incendios producidos en distintos puntos del planeta.