Giorgi se refirió a la caótica jornada vivida en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el marco del plan de vacunación contra el coronavirus de adultos mayores de 80 años del gobierno porteño; y enfatizó en la espera y el maltrato que debieron soportar dichas personas cuando ayer fueron a darse la primera dosis de la Sputnik V.

“Acá no se habla de vacunación vip, cuando gran parte de las dosis de la ciudad fue a parar a manos privadas. Sitios donde los asociados a las empresas médicas no deben atravesar el purgatorio por el que vemos deambular al sector con mayores riesgos de la población porteña desde hace tres días. Sin cuidados ni distancia social la sede de San Lorenzo en Boedo y el espacio salesiano y de Cáritas popularmente conocido como Luna Park, mostraron el desastre de la organización para vacunar a los adultos mayores, cuyas quejas comenzaron por los tiempos de aguante, la espera a la intemperie y la falta de condiciones mínimas para que personas de entre 80 y 90 años tuvieran acceso a: sillas, baños, agua y una mínima consideración que se resolvería con un buen sistema de turnos”, expresó.