En la séptima parte de “Malvinas: 40 años de memoria” dialogamos con Jorge Aguilera, veterano de guerra, de La lionesa, localidad ubicada a 75km de la capital chaqueña, al norte casi frontera con Paraguay.

Comentó que fue el 24 de abril que llegó a Malvinas con el regimiento de infantería 12 de Mercedes, corrientes. Tenía 19 años, y cumplió sus 20 en Malvinas. “El 26 de abril de 1982 para mí fue un día muy especial en todo sentido”, dijo. Luego agregó que el panorama era muy desconocido para todos.

“Si bien es cierto que la isla la conocíamos por el mapa, nunca pensamos que íbamos a ir a pisar ese lugar”, continuó comentando, y de esta forma recordó que fue muy notable el cambio de temperaturas, ya que en las islas rondas los grados bajo cero.

Por otro lado, hizo alusión a la desgracia del primer fallecido a causa por mal comunicación. “El 1 de mayo estaban a 25 km del pueblo de Malvinas, y escuchábamos el bombardeo del aeropuerto, y ahí tomaron dimensión de donde estaban y que estaban en una guerra”, expresó.

 “Después de lo que pasó en la guerra yo siempre digo que los veteranos de guerra tenemos dos fechas de cumpleaños, una de cuando Dios nos trajo al mundo y otra cuando Dios nos dio una oportunidad de vida”, manifestó conmovido.

En cuanto a la vuelta, destacó que desembarcaron en Puerto Madryn y eran casi 7 mil hombres. Respecto a esto dijo: “El recibimiento del pueblo fue extraordinario, todo el pueblo de Puerto Madryn fue a recibirnos, el pueblo en si se portó muy bien con los combatientes”.

Así mismo, Aguilar nos contó que hace dos años hicieron el Primer Encuentro del día que Puerto Madryn se quedó sin pan”, y lo llamaron así porque venían con hambre, frio y todos mojados. “Yo estuve 59 días en primera línea de combate y no me cambie nunca”. Añadió luego que no estaban con la indumentaria adecuada, y que vivieron un sufrimiento terrible.

“Cuando llegamos a campo de mayo, nos dijeron vayan a sus casas y olvídense de Malvinas”, comentó que les dijeron. Pero, sin embargo, señaló que “pasaron 40 años, y el corazón late muy fuerte sobre Malvinas”.

“A mi modo de entender y de ver, las Malvinas son argentinas, estamos a 600km y es inentendible que vengan de más de 10mil kilómetros”, continuó contando.

Finalmente, habló de su madre, quien siempre se acordaba de todo lo que rezó e imploró para que su hijo vuelva con vida, y respecto a esto, indicó que las secuelas también quedaron en los familiares, y sobre todo en las madres y padres.

Cabe destacar que Jorge Aguilar escribió un libro, “Malvinas, la guerra que yo viví”, que fue presentado en 2007, el autor dijo que fue una forma de descargar el peso y el dolor que lleva adentro que es muy grande. “La herida se va a cerrar cuando pueda volver a Malvinas”, cerró.